dilluns, 28 de febrer del 2011

Fil de ferro, un conjunt mercadalenc

En Nito Gomila, es des forn per entendre-mos, m'ha passat una cinta de casset, que a una cara hi ha les cançons del conjunt mercadalenc "Fil de ferro" que no se molt bé els integrants del grup. Però sé que hi havia en Fredo Vinent, en Toni Gomila, crec que en Nico Espinosa, i no se molt bé qui més.
D'havia ser al principis del 90 o a mitjans d'aquests no ho sé molt bé, però ara amb les noves tecnologies, podreu escoltar "Un país menorquí".
Des d'aquí el meu record a aquell grup que fins hi tot va fer una actuació a la discoteca "Pacha" de Sant Lluís.

dijous, 17 de febrer del 2011

No ni ná!

Catedràtic de Llengua i Literatura Espanyola xerrar de la diferència de l'andalús com a llengua i dialecte.



¿Vas a ir al rocio? No ni na
No voy a dejar de ir al Rocio, ni aunque llueva, nieve o ventee, ná me va impedi que vaya!

Un poc d'humor II

Un señor que va en coche y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle:

- ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado a las 14 h. con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro!

- Claro que sí -le contesta- se encuentra usted en un coche, a unos 7 Km . del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 60 de longitud oeste.

Es usted INGENIERO, ¿verdad? -dice el del coche

Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado?

Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es "técnicamente correcto", pero "prácticamente inútil": continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información.

Usted es POLÍTICO, ¿verdad? -pregunta el de la calle..

- En efecto -responde orgulloso el del coche- ¿cómo lo ha sabido?

- Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de preguntarme, pero ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía.

divendres, 4 de febrer del 2011

Excel·lent article d'en Pérez Reberte


Me van ustedes a disculpar -o no-, pero la culpa no la tiene el niño, ni sus padres. Alguien debería romper una lanza por esa familia; así que aquí me tienen, rompiéndola. En el asunto del profesor del instituto de La Línea que mentó el jamón en clase, ofendiendo la sensibilidad islámica de un alumno musulmán de trece años, los culpables son otros. Después de todo, el padre que puso una denuncia en comisaría, tras calificar de maltrato escolar el hecho de que se pronunciasen las impuras palabras jamón y cerdo en clase, no hacía otra cosa que demostrar que sabe muy bien dónde está. Que nos ha tomado el pulso. Los hipócritas somos nosotros, ciudadanos socialmente correctos y de limpia conciencia, que después de llenarnos la boca tragándolo todo hasta el fondo porque no vayan a decir que somos intransigentes, xenófobos y fachas, y por el resto del qué dirán, de pronto nos ponemos estrechos y tiquismiquis diciendo que no, oiga. Por Dios. Ahora, la puntita nada más.

Esto es España, oigan. Donde, como dice mi compadre Carlos Herrera, no cabe un tonto más, pues nos caeríamos al agua. Cuando la familia del niño musulmán ofendido por el jamón dirigió sus pasos a la comisaría más próxima, de ingenua tenía lo justo. La movía la certeza absoluta de que, por descabellada que fuese su denuncia, tenía ciertas posibilidades de prosperar. Y no puedo menos que darle la razón. Conociendo el patio.

El maestro, en primer lugar. Menos mal que anduvo prudente y achantó la mojarra. Con la hiperprotección que en España dispensamos a los pequeños cabroncetes, que un niño se levante en clase y le quite la palabra al profesor que está hablando de Geografía y de climas adecuados para la cura del cochino, a fin de exigirle que no ofenda su sensibilidad religiosa, nos parece a muchos lo más natural del mundo. O semos tolerantes, o no lo semos. Respeto a la multiculturalidad, se llama eso. Y si al maestro se le ocurre levantar la voz para decirle al zagal que cierre el pico, o agarrarlo por el pescuezo si se pone flamenco y sacarlo al pasillo, calculen el desparrame. Docente fascista, violencia escolar, xenofobia en las aulas, tertulias de radio y televisión, Internet a tope. Se le cae el pelo, al profe. Niño y encima musulmán, casi nada. Si además llega a ser niña y con pañuelo en la cabeza, abre telediarios.

En cuanto a la policía, imaginen que son el cabo Ramírez, o como se llame, que está echándose un cigarrito en la puerta, y en ésas llega el padre de la criatura y dice que a su hijo le han mentado el jalufo en clase, y que es intolerable. Entonces usted, Ramírez, considera dos opciones. La primera que se le ocurre es mandar al padre y al hijo a tomar por saco; pero, lo mismo que el maestro, sabe perfectamente en qué país imbécil se juega los cuartos. También sabe que, si no se pone a disposición de cualquier fanático oportunista, tramitando tal clase de denuncias, puede ponerse a remojo: xenofobia policial, abuso de autoridad, prevaricación, nocturnidad -son las siete de la tarde- y alevosía. Titulares de prensa, y María Antonia Iglesias, descompuesta de belfo, llamándolo fascista y mala persona en la telemierda. Así que opta por la segunda opción, y tramita. Cayéndosele la cara de vergüenza, pero resignado con su puto oficio y su puta España, va al día siguiente a tomarle declaración al maestro. Y que salga el sol por Antequera.

Ahora, el juez, fiscal o lo que sea. Afortunadamente estaba de guardia uno normal, de los que no buscan salir en los periódicos. Y decidió, con sano criterio, hacer lo que no pudo el cabo Ramírez: mandar al demandante a tomar por saco, como la Justicia hace esas cosas: archivando la denuncia. Mi pregunta es qué habría ocurrido si en vez de tocarle al fiscal Fulano le hubiese caído al fiscal Mengano: uno de los que tocan otro registro y se la cogen con papel de fumar, por si acaso. De los que, en una discusión de tráfico, una conductora llama cabrón a un conductor, éste responde zorra, y empapelan al conductor por conducta machista. Dirán ustedes que es imposible. Que la denuncia del jamón no podía prosperar jamás. Vale. Piénsenlo despacio. Esto es España, recuerden. Paraíso de demagogos y cantamañanas, donde prospera todo disparate. Ahora díganme otra vez que la denuncia nunca iría adelante, por lo menos en fase de diligencias. Díganlo mirándome a los ojos.

Así que, en mi opinión, el digno musulmán hizo perfectamente. No arriesgaba nada. Y si cuela, cuela. Con suerte, incluso habría sacado una pasta para pagarse el viaje a La Meca con la familia. En todo caso, lo seguro es que en la comunidad islámica de su pueblo deben de tenerlo ahora por un hombre santo, honesto mahometano. Todo un tipazo. De estar en su chilaba, yo también lo habría hecho.

Es Centro, lloc de trobada

Aquesta fotografia correspon a l'agost de 1993, quan era el Bar Centro (ara és el Racó des sucrer) el nostre punt de trobada a fer el cafè. a l'hivern fèiem la nostra partideta de "tuti" i fotíem canya a aquell que perdia. Per segons qui era el temps del xubec, però per noltrus el moment més bo des dia. Es cafè era lo menys important.
Com anyoram aquests dies amb en Tolo, na Chelo i en Lavin as Centro, mític bar.
S'anècdota a contar és que en Lavin sempre esperava que fossin dos per fer els cafès, mai en feia un de tot sol, de dos en dos. "Lavin un cortado" i te contestava "Esperarem que vengui un altre!"
A la fotografia podem veure d'esquerra a dreta, en Pere "Guti", Toni des forn, en Kike Cardona, jo, en Sebastià "s'abogat", en Nito des forn i en Xavi de ca'n Bernat.

Estrella merengue, beber para olvidar!