dimecres, 30 de setembre del 2009

Necrológica de Juan Pistolas

Aquest article va ser publicat a n'es Diari Menorca el passat dissabte 26 de setembre per en Dino Gelabert-Petrus, gran conegut, com jo, de l'autèntica i genuina beguda menorquina.

Juan Pistolas se ha marchado. Pero por la puerta grande, cómo siempre le gustó hacer las cosas. Dejó pagada una ronda, la penúltima, y prometió que volvería del más allá para comprar tabaco. Esta es la curiosa vida de un tipo que nació con cuatro semanas de antelación y con dos copas de más.
Juan Pistolas recogía amigos por donde pasaba. Reconocido filósofo de barra y uno de los mejores poetas que las guerras de madrugada, esas que se celebran entre brindis y ‘chinchines’, jamás acunaron, este mocetón de espaldas anchas y caminar cansino, de mirada desenfocada, barba descuidada y pulso tembloroso siempre le plantó cara a la vida, convencido de que si la vida le daba la espalda, le tocaría el culo sin pudor ni acuse de recibo.
Juan Pistolas solía tener entre dos y tres amores eternos cada semana. Eso le garantizaba peleas de sábanas y ‘Te quieros’ de hielo, que se derretían con el sol del amanecer. Y es que su contrincante, a la que jamás le puso cara y nombre fijos, solía despertarse descompuesta y sin novio.
A Juan Pistolas le costó pero se aprendió de memoria todas las canciones del verano que luego decoraba con un descordinado movimiento de pelvis patético que causaba furor entre las turistas y risa entre las menorquinas. Juan, mientras seducía a la damisela de turno, se caricaturizó a si mismo como marinero de agua dulce, torero de vacas lecheras, cantante de boleros sin voz, suicida sin motivación y payaso triste, entre otros.
Agnóstico del fútbol y devoto del mús, a Juan Pistolas no le faltaba quien lo quisiera y mucho menos, quien lo odiase. Se reía de la gente a la que le importaba lo que pensaran de ella y tenía por única norma, saltarse todas las normas. Este personaje caía mal o muy mal, sin término medio, y lo hacía adrede. Aunque se camelaba a cualquier camarero o barman que se le presentaba, soltándole, casi sin respirar, una batería de chistes y de coletillas que te partían de risa, aunque él ni se inmutase al narrarlos.
Pero le pasó lo que le pasa a todos los perros callejeros que ni se dejan querer ni encuentran a nadie que les quiera. Cansado de vivir, nos dijo a su círculo más cercano “hasta luego” y se marchó con el expreso de los sueños.

dissabte, 26 de setembre del 2009

A on és el mocador?

Es va llevant roba i sempre amaga el mocador, no vos podeu imaginar a on se'l amaga al final ...

dijous, 10 de setembre del 2009

Pavarotti, dos anys sense ell

El passat dia 6 de setembre es va complir dos anys de la mort, d'un dels millor tenors que hem pogut sentir mai. Valgui aquestes retxes per donar-li el meu record en el seu aniversari de la seva mort.